Fecha de publicación: Mar 02, 2023 11:07:55 AM
Mi Chevrolet LUV, mi vieja Chevrolet LUV, doble cabina, tracción simple, blanquita, modelo 97. Tiene 25 años ya.
Nunca fue rápida, nunca tuvo potencia, ni el mejor confort ni las mejores prestaciones. Pero luego de 25 años sigue funcionando como al principio. Y todavía le queda mucha cuerda.
La mayor parte de su generación de camionetas competidoras, las de otras marcas y modelos más rápidas, con mayor potencia, más facheras y con mejores prestaciones, ya están en desguace, fundidas, destartaladas o a la venta, pero por dos mangos.
En cambio, mi Chevrolet LUV sigue ahí, paseándose por los caminos y recibiendo ofertas de compra en cualquier estación de servicio de la ruta.
Es decir, además de que estuvo bien cuidada, la LUV tenía en su genética una cualidad que cuando era joven no se le sabía: la durabilidad. Y así es que ahora, tras 25 años, vale mucho más que aquellas presuntuosas jóvenes pickups que con el paso del tiempo y el uso se han venido abajo.
Pasa esto, y yo observo una cosa: a la gente le gusta la durabilidad. Es reconocida y elogiada. No transcurre indiferente.
Y entonces me pregunto (y ahora salto de tema): ¿por qué la FIFA no tiene un mundial de fútbol de veteranos? ¿Por qué los clubes importantes no mantienen una liga de fútbol de veteranos, televisada y hecha noticia?
Solo hay fútbol de veteranos en ligas zonales y pequeños clubes, siempre recreativo, no televisado.
Los grandes clubes tienen fútbol infantil, inferiores de adolescentes y cada vez más también fútbol femenino, con mundial FIFA desde 1991. Hay mundiales masculino y femenino FIFA sub 17 y sub 20. Juegos Olímpicos sub 23. Mundiales FIFA de futsal y fútbol playa. Fútbol 5 y 7 paralímpicos.
Es decir, el fútbol se ha ido diversificando. Pero para los viejos, de forma profesional y espectacularizada, nada.
Imaginemos cómo sería. Un mundial de veteranos sería una mezcla. Jugadores que en su juventud fueron de elite, famosos, entremezclados con otros que en su juventud fueron simples Chevrolets LUV, pero que llevaron muy bien los años y como veteranos se destacan.
Sería también un incentivo para que los miles y miles de jugadores descartados en su juventud por el sistema del fútbol (ergo, la mayor parte de los jugadores jóvenes del mundo) puedan tener segundas y terceras oportunidades de conseguir destacarse, permaneciendo vinculados al deporte con una ilusión aún vigente.
En una sociedad cada vez más ancianizada, los viejos no solo queremos ver jóvenes espectaculares sin kilómetros. Queremos ver también partidos de viejas Chevrolets LUV, que aún escapan a su destino de chatarra.