Fecha de publicación: Aug 30, 2012 1:5:31 AM
Estaba lavando los platos, de noche ya, solo en casa. Puse música para hacer más llevadera la tarea, y la zamba de los mineros interpretada por Jorge Cafrune me hizo recordar un tema que hace tiempo ronda mi cabeza.
Acá está este cuerpo, vivo, concreto, de fluidos que circulan. Acá está, moviendo dedos y lenguaje. Carne organizada que está acá. Ahora.
Antes estuvo en otro lado, y en un rato estará en otro, haciendo otra cosa, si es que sigue encendido quemando energía. Está en una cercanía y en un presente conocido. Pero también está en un infinito y en una eternidad. Solo necesito imaginar un referente (lugar, conciencia, entidad) perdido en un pasado-futuro inasible o en una lejanía inmedible para darme cuenta de que este aquí y este ahora puede ser también un infinito y una eternidad posible para ese referente.
Esto que está pasando y que estoy haciendo es un infinito y es una eternidad. Este aquí-ahora puede ser muy lejano, puede estar perdido en el pasado o en el futuro, y puede estar también lejos, muy lejos.
Este puede ser un lugar tan lejano y tan viejo o futurista que de miedo pensarlo.
Solo necesito poner un referente en un lugar eterno e infinito, y darme cuenta de que este lugar cercano y mío es también uno de los infinitos posibles.
Allí vivimos. En un hoy cercano y seguro, que puede ser también infinito y eterno.
(48 minutos, me pasé)