Fecha de publicación: Jun 22, 2012 4:58:29 PM
Ayer fue un día peronista.
La opinión pública (y la publicada) estuvieron pendientes del desenlace de un drama por el poder justicialista, que casi siempre viene atravesado por alguna demanda social que lo muestra menos descarnado, asociado a la enésima demanda social del momento.
Tanto en la trama, como en su desenlace, la novela solo tuvo actores peronistas: peronismo burócrata sindical de "un tipo" por un lado; peronismo gubernamental oficial por otro; y peronismo burócrata sindical "de otros tipos" como observador al acecho. Hay tantos peronismos, que incluso algunos permanecieron callados. Pero lo que no se escuchó, fue voz alguna de otros partidos de masas.
Paralizados ante un drama peronista que muestra la fragilidad institucional de la república y la inestabilidad del país, los no-peronistas de masas no se animaron a decir nada públicamente. No fueron capaces de exponer los sobresaltos a los que periódicamente nos expone el peronismo. Dejaron a la opinión pública no-peronista abandonada a su capacidad o incapacidad de explicarse lo que sucedía. Y la dejaron no-representada. No-peronista no-representado.
Si fuese matemáticas, esa doble negación debiera traducirse en alguna afirmación.
Las hay, pero salvo cierta izquierda, demostraron cobardía.
(24 minutos)