Reconstrucción de 3 afirmaciones centrales.
1. Por poder se entiende...
la multiplicidad de las relaciones de fuerza propias del dominio en que se ejercen (de estas relaciones de fuerza desiguales surgen estados de poder locales e inestables; no se debe buscar un punto central del cual emana el poder; hay que hacer un análisis ascendente del poder, que viene de todas partes, se ejerce a partir de innumerables puntos, es omnipresente, no es superestructural y tiene un papel directamente productor);
el juego que por medio de luchas y enfrentamientos incesantes, transforma las relaciones de fuerza, las refuerza, las invierte;
los apoyos que dichas relaciones de fuerza encuentran las unas en las otras, de modo que formen cadena o sistema, o al contrario, las contradicciones que aíslan a unas de otras; donde hay poder hay resistencia (de distintos tipos y distribuidas de manera irregular), pero esta nunca está en posición de exterioridad respecto del poder;
las estrategias que las tornan efectivas y cuya cristalización institucional toma forma en los aparatos estatales, en la formulación de la ley, en las hegemonías sociales;
el poder no es una institución, ni una estructura, ni una potencia que poseen ciertas personas: es el nombre que se le presta a una situación estratégica compleja en una sociedad dada; el poder no está nunca localizado aquí o allá, no está nunca en las manos de algunos, no es un atributo como la riqueza o un bien;
el individuo es un efecto del poder y, al mismo tiempo, su elemento de conexión; el poder circula a través del individuo que ha constituido;
las relaciones de poder son a la vez intencionales y no subjetivas: no hay poder que se ejerza sin una serie de objetivos, pero esto no significa que resulte de la decisión de un sujeto individual.
2. La teoría no expresa, no traduce, no aplica una práctica; es una práctica. Pero local y regional, no totalizadora. La teoría por naturaleza lucha contra el poder, lucha para hacerlo aparecer y golpearlo allí donde es más invisible. Lucha no por una toma de conciencia, sino por la infiltración y la toma del poder.
3. El poder se encuentra entre ciertos límites:
las reglas del derecho que lo delimitan, lo organizan formalmente, fijan su legitimidad y ocultan la dominación.
los efectos de verdad que este poder produce, transmite y que a su vez lo reproducen. No hay ejercicio de poder posible sin una cierta economía de los discursos de verdad y sin poner en circulación un saber, o mejor, unos aparatos de saber. Por verdad se entiende al conjunto de reglas según las cuales se discrimina lo verdadero de lo falso y se ligan a lo verdadero efectos políticos de poder. La política general de la verdad -que toda sociedad tiene- acoge y hace funcionar como verdaderos a ciertos tipos de discursos, establece mecanismos e instancias que permiten distinguir enunciados verdaderos de los falsos, decide cómo sancionar unos y otros, impone las técnicas y los procedimientos que son valorizados para la obtención de la verdad y establece quiénes son los encargados de decir qué es lo que funciona como verdadero.
el punto de vista de la plebe.
una mecánica de la disciplina, que porta el discurso de la regla natural, que define un código y que se refiere a un horizonte teórico (el campo de las ciencias humanas).
Preguntas que le haría al autor para abrir una discusión.
1. ¿El autor es consciente y tiene control sobre los discursos que genera al interior de un dominio atravesado por multiplicidad de relaciones de fuerza?
2. Por un lado Foucault dice que el poder no es subjetivo, no hay alguien que detenta el poder y que no hay que buscar un punto central del cual emana el poder, pero a su vez, en la pág. 84 de capítulo “Los intelectuales y el poder” dice que “Cada lucha se desarrolla alrededor de un centro particular de poder (uno de esos innumerables pequeños focos que van desde un jefecillo, un guarda de viviendas populares, un director de prisiones, un juez, un responsable sindical, hasta un redactor jefe de un periódico). Me parece que allí hay una contradicción, está identificando a personas como detentadoras del poder, como poseedoras de una “potencia”.
3. ¿La teoría es un discurso de lucha?
4. ¿Qué son “relaciones de fuerza”?
5. ¿Teniendo en cuenta el análisis que Foucault hace del derecho occidental cuyo personaje central es el rey, como analiza la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) de las repúblicas?
6. Foucault en la pág. 152 considera que para luchar contra el poder disciplinario no hay que buscar al derecho de soberanía porque son dos caras de la misma moneda, entonces propone buscar un nuevo derecho antidisciplinario, me pregunto ¿la existencia misma de derecho no implica la disciplina?
Afirmaciones más útiles o interesantes del autor.
Me pareció interesante la idea de que hay inversiones de deseo que modelan el poder, ejemplificado en el deseo de las masas (en un momento de fascismo) de que algunos ejerzan el poder sobre ellas y a sus expensas, pero creo debe investigar cómo se genera o se modela el deseo de las masas.
Es interesante su idea de que quien habla y quien actúa es siempre una multiplicidad, incluso en la persona. Me parece que tiene relación con Verón y las condiciones de producción que todo texto presenta, entendiendo a las personas como textos inmersos en la semiosis social.
Me pareció cierto e interesante eso de que la prisión interesa a mucha gente porque es dónde se ve claramente al poder, como una manifestación fuerte de su existencia. Pero me pareció más interesante aún, su idea de que el poder no es sólo represión, ya que si así lo fuera, no se le obedecería. Si se lo obedece, es porque no pesa solamente como una fuerza que dice no, sino que produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos.
Es muy interesante también la idea de que el sexo es en Occidente el código del placer, haciéndonos creer que la ley de todo placer es el sexo y por lo tanto está justificada la necesidad de su moderación y su control, dando lugar al dispositivo de la sexualidad. Lo que no llego a comprender del todo es a lo que se refiere cuando habla de la necesidad de una desexualización de la economía general del placer.