Santiago Román Casado Zapata llegó de Buenos Aires a La Rioja recién terminada su licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Alternó su trabajo en medios de información riojanos con la elaboración de una tesis sobre los sistemas argentinos de medición de audiencias en televisión.
Entusiasta del periodismo de investigación, del escape de la agenda diaria, siempre estaba hablando de su admirado ‘Página/12’, un diario argentino que era su modelo y donde soñaba con poder trabajar cuando volviera a su país.
En cambio, en La Rioja se encontró con una realidad periodística bastante precaria, tanto en lo laboral, como en lo profesional. No sólo le indignaban las pésimas condiciones económicas que los profesionales sufrimos, sino también el escaso rigor con el que los medios hacen trabajar a los periodistas riojanos.
Una de las críticas más frecuentes ataca a la propia esencia de las noticias, su origen. Aunque el consumidor de información aún piensa que el periodista controla la información y la contrasta, lo cierto es que el redactor cada vez tiene menos tiempo para elaborar sus noticias. ¿Por qué? Porque tiene que cubrir demasiadas ruedas de prensa, de manera que no puede investigar y completar la información con otras fuentes.
El periodista ya no “levanta” noticias, es generalmente un altavoz de aquellas instituciones que tienen acceso a los medios, bien sea a través de comunicados o de ruedas de prensa. Es decir, la planificación de lo que el ciudadano va a escuchar, ver o leer, cada vez esta más en manos de los Gabinetes de Prensa, y menos en la voluntad y estilo del redactor.
Santiago quiso demostrar con datos esta reflexión que siempre surgía en las conversaciones sobre nuestra vocación, el periodismo que siempre habíamos querido ejercer.
Para ello investigó durante meses la procedencia de las informaciones que se publican en los dos diarios riojanos, resultando cierto que un porcentaje mayoritario de las noticias está planificado por las fuentes; más de la mitad de las informaciones no nacen a iniciativa del periodista, sino que obedecen a una agenda dictada por instituciones. La fuente que más poder tiene no es otra que el Gobierno de turno.
En el SPIR entendemos que es especialmente grave que estos resultados provengan del análisis del Diario La Rioja y de la edición riojana de El Correo, precisamente los que más medios materiales y humanos disponen para elaborar sus contenidos con tiempo y rigor. Si el 66% de las noticias locales que publica El Correo y el 59% de las de La Rioja son planificadas, ¿a qué porcentaje llegarán esas radios que sobreviven con tres redactores para las 14 ruedas de prensa diarias que se organizan en Logroño? ¿Y las televisiones locales?
Este estudio tiene especial valor al proceder de un miembro de la profesión periodística, un gremio en el que es norma una frase que Javier Reverte ha puesto de moda últimamente, “perro no come perro”. El SPIR no es caníbal, pero considera que la dignidad laboral del periodismo exige la autocrítica constante. No sólo por nosotros mismos, sino por la credibilidad de nuestro trabajo y por el derecho que los ciudadanos tienen a recibir una información plural, veraz y desbaratada de estrategias ocultas.
Sin embargo, no se trata sólo de una toma de conciencia crítica. Compone también una evaluación del valor de nuestro propio trabajo, en épocas en las que sobran graduados en periodismo.
¿Si sólo somos acomodadores en página de informaciones ajenas que tocan a nuestra puerta, desde qué lugar podemos negociar una mejora de sueldo? Nuestra función es absolutamente descartable, cómoda, y los lectores jamás reclamarán nuestra firma, o nuestra pluma.
El mal de Baumol es un síndrome económico que se desarrolla en aquellas actividades que requieren un intenso trabajo creativo difícilmente sustituible. Se caracteriza por el alza de los salarios sin incrementos paralelos en la productividad.
En el periodismo riojano se desarrolla el proceso inverso. Cuando la productividad se incrementa, los salarios se estancan. Cuando la productividad cae, los salarios se desploman, o se acaban. Es decir, se despide.
Es hora de que el mal de Baumol se meta en nuestra profesión. Para ello, está en nosotros exigirnos mayor creatividad y formación: escribir notas únicas, difícilmente sustituibles. No hay mejor sindicalista que un lector exigiendo nuestra firma, demandando nuestra capacidad. No debemos acostumbrarlos al vino barato. La agenda planificada es el vino barato de las noticias. El objetivo es que demanden “Riojas” de noticias.
Con la modesta edición de este Estudio, el SPIR quiere agradecer a Santiago su duro trabajo de ‘ratón de biblioteca’, una aportación que consideramos importantísima para recuperar el espíritu crítico que, como el valor a los soldados, a los periodistas se nos supone.
Sindicato de Profesionales de la Información de La Rioja, España. 2002.