Como no existe una teoría política basada en la comunicación, y dado que el concepto de comunicación se halla inextricablemente ligado con la política, Fagen intenta encontrar las fronteras de un estudio comunicacional de la política.
Parte de tres hechos básicos que él considera reales:
La comunicación como proceso invade a la política como actividad.
Se pueden describir muchos aspectos de la vida política como tipos de comunicación.
Se necesita restringir la casi infinita literatura de posible aplicación al estudio de la política y la comunicación.
Para identificar si un determinado acto de comunicación es político o no, Fagen considera que es necesario tener en cuenta sus fuentes, sus mensajes, los canales que utiliza y los públicos que afecta, pero en realidad él evalúa que esto sólo no basta, ya que para definir a una actividad comunicacional como política es necesario considerar sus consecuencias actuales y potenciales para el funcionamiento del sistema político.
De esta manera, no hay que preguntarse si las instituciones se hallan formalmente dentro o fuera del sistema político, sino de qué manera resultan importantes para su funcionamiento.
El objetivo del trabajo se centra en el estudio de la comunicación en la medida que ayude al estudio comparado de los sistemas políticos nacionales. A modo ilustrativo, Fagen tomará para el análisis 4 sistemas políticos diferentes, definiendo cada uno como un cierto modo de organizar las comunicaciones y la vida política, lo cual se verá reflejado en las diferentes respuestas que cada sistema brinda a seis preguntas fijas:
¿Cómo se eligen y se cambian los dirigentes?
¿Quién define los problemas y alternativas políticos?
¿Quién participa en la adopción de la política pública?
¿Cuál es el margen de la crítica tolerable?
¿Cómo obtienen los ciudadanos información acerca del mundo políticamente significativo para ellos?
¿Quién puede optar por aislarse de la política?
Según Fagen, existen 4 tipos de estructuras e instituciones que se emplean o podrían emplearse como canales para la transmisión de información con consecuencias para el funcionamiento del sistema político.
1. Las organizaciones, como por ejemplo partidos políticos, grupos de interés, sindicatos, burocracias y organizaciones de masas, que son capaces de vincular a la élite, la subélite y grandes sectores de la ciudadanía. Consideraciones: estos canales organizativos no necesariamente forman parte estructural del sistema político; el uso político de estos canales suele ser intermitente o parcial, ya que poseen una gran flexibilidad; más allá de su estructura, los canales organizativos se diferencian según el tipo de comunicación política para el que son utilizados; dentro de los canales organizativos existen canales grupales de comunicación informal (coaliciones, camarillas).
2. Los grupos, entendidos como agrupaciones menos permanentes, menos institucionalizadas y generalmente menos penetrantes. La comunicación dentro de ellos es menos formal que en las organizaciones, por lo tanto sus miembros deben estar más cohesionados para permitir la perduración del canal grupal. Es importante su acción en la recepción-resignificación de los mensajes que emiten los medios masivos, y también en la formación y cambio de opiniones políticas. A medida que se pasa de la forma política más abierta a la más absolutista, cada vez se encuentran menos actividades claves de comunicación cumplidas por grupos, ya que las élites prefieren canales organizativos o los medios de comunicación en los cuales es más fácil el control y la predictibilidad. En sistemas absolutistas, se intenta que los grupos no tengan comunicación política autónoma.
3. Los medios masivos, permiten a los sistemas políticos que los tienen a su servicio tanto el control como la cobertura, ya que los ciudadanos dependen de los medios en materia de información importante acerca del funcionamiento del sistema político nacional. La participación política del ciudadano se da como parte del público de los medios masivos, pero hay que señalar que los medios no monopolizan la comunicación política de la sociedad, ya que los contactos personales, la comunicación cara a cara y toda clase de canales no mediáticos continúan teniendo vital importancia para la política. En tanto los medios re-presentan lo que sucede y el público tiene un voto de confianza hacia ellos, tienen una alta posibilidad estructural de cometer y difundir errores o de engañar.
4. Canales especiales, para la articulación y asociación de intereses.
Otra cuestión que aborda Fagen en el texto es la de saber en qué circunstancias y en qué grado es adecuada o inadecuada la comunicación para el funcionamiento de un sistema político. Para esto, analizará con respecto a la adecuación a 4 componentes de la comunicación política:
1. Adecuación de la información. Sólo puede evaluarse de acuerdo con las demandas de los roles que desempeñan los ciudadanos en el sistema. Todos los tipos de sistemas pueden sufrir inanición de información cuando falta información necesaria, pero por otra parte, una sobrecarga de información demasiado instantánea y en crudo puede paralizar a un individuo, grupo u organización.
2. Adecuación de la motivación. En algunos casos, la apatía difundida desde la comunicación resulta adecuada o esencial para asegurar el mantenimiento del sistema. En otros, son necesarios los compromisos evaluativos más intensos y positivos (estar de acuerdo con x cosa, apoyar la democracia, p.e. el caso del apoyo brindado por el pueblo paraguayo para el mantenimiento de su democracia luego del asesinato de Argañas).
3. Adecuación de los subsistemas de comunicación. Se analiza si el rendimiento de la comunicación en el subsistema es adecuado para el funcionamiento del subsistema mismo y del sistema político más amplio. Se debe tener en cuenta la información y la motivación de públicos especializados, la creación de un consenso nacional en zonas críticas de la política por seguir o la transmisión de información importante a los miembros del mismo o de otros sistemas. Piénsese esto en relación al subsistema de los maestros en la Argentina y la información y motivación que poseen en relación a la implementación de la Ley Federal de Educación. Adecuación de los vínculos entre subsistemas. La idea es que las discontinuidades comunicacionales en el sistema social influyen de manera negativa en el manejo de la política. La adecuación implica las ideas de comunicación, coordinación y control para que vinculen a los subsistemas semiautónomos.
Fagen, Richard. Política y Comunicación. Paidós, Buenos Aires, 1969.